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Mural realizado por el pintor mexicano Diego Rivera para el Hotel del Prado en 1947. Pertenece al movimiento artístico llamado muralismo. Fue un encargo del arquitecto Carlos Obregón Santacilia. Actualmente se encuentra en el Museo Mural Diego Rivera en la CDMX.
¿Por qué la Alameda Central es un espacio importante para México? De 1592 (fecha de su creación) hasta 1947, la Alameda cumpliría 355 años de ser testigo de la historia de México. Rivera decidió plasmar un México a escala, todo México reunido en la Alameda un domingo por la tarde. Un México sin el paso del tiempo, como en los sueños, donde Hernán Cortes y Francisco Madero pueden encontrarse juntos, pero siempre dándose la espalda. En la pintura se observan cuatro periodos históricos: la Colonia (con referencias a la Conquista), el periodo presidencial de Benito Juárez, el periodo presidencial de Porfirio Díaz y el de Francisco I. Madero. En la pintura los límites entre estos tres periodos se representa con los personajes dándose la espalda.
En mi opinión, el tema de la obra es la Alameda Central, ubicada en el Centro Histórico de la CDMX, a un costado del Palacio de Bellas Artes. Es el parque público más antiguo de América Latina. Su creación fue ordenada por el virrey Luis Velasco en el siglo XVI. El nombre Alameda proviene de la cantidad de álamos que estaban plantados originalmente. Por un tiempo la Alameda fue descuidada hasta que Felipe V solicitó la construcción de fuentes y de más árboles. La fuente que aparece en el centro de la pintura no sería creada, sin embargo, hasta 1853. Es la fuente central de la Alameda, una estatua femenina y debajo de esta se encuentran dos estatuas de aves que también fueron retratadas por Rivera. Se podría decir que la fuente al centro de la Alameda es también el centro de la pintura de Rivera.
De acuerdo con Rebón Fernández en el cuadro hay más de 150 personajes protagonistas de la historia mexicana, hay otros anónimos, mitológicos y familiares y amigos del propio Rivera. Rivera también se encuentra en el mural, casi al centro, se muestra como un infante que toma la mano de la catrina, representación popular de la muerte en México, quien también le da la mano a su creador José Guadalupe Posada. Quizá la presencia de la muerte sea símbolo de la violencia que hay en la historia de México. Del cuello de la Catrina cuelga una serpiente emplumada, una posible alusión a Quetzalcóatl, dios de la mitología prehispánica, pero además cuelgan del cuello de la catrina unos lentes con un diseño del siglo XIX, quizá resaltando que la muerte siempre ha estado presente en México sin importar los cambios sociales.
En la pintura de Rivera no se observan álamos, pero sí observamos del lado izquierdo que los árboles torcidos están representados por trazos rectos. En el lado derecho, los árboles, tanto los troncos como sus hojas, fueron creadas con trazos más sinuosos. E incluso algunos de estos árboles están quemándose en un fuego amarillo junto a Emiliano Zapata y unos campesinos, con armas y banderas, exigiendo “Tierra y libertad” y que “Viva Zapata”. Personalmente, las representaciones que más llaman mi atención son (de izquierda a la derecha) los castigados por la Inquisición española. Desconozco si Rivera era católico, pero tiene representado a un religioso con una cruz en la mano derecha y con la mano izquierda señala hacia arriba mientras un cuerpo esta siendo torturado por latigazos. Eso me demuestra que hay un discurso negativo sobre la religión por parte de Rivera. Otro fragmento que puedo relacionar con la clase de Historia de la cultura hispanoamericana es el de una mujer con rasgos indígenas que sostiene a un bebé rubio, mientras que a ambos los abraza un hombre con rasgos europeos. Esto me parece una referencia al mestizaje, clave elemental de la sociedad mexicana. En el espacio que pertenece al periodo presidencial de Porfirio Diaz observamos una clase alta que le da la espalda a las clases bajas. Es casi como si las personas del periodo de Diaz y de Madero fueran opuestos en cuanto a su situación económica. Como ya mencioné, la clase alta le da la espalda a la clase baja. Sobretodo, la diferencia se observa en las dos niñas al frente del cuadro: una sonríe con un vestido blanco, su tez es blanca y sostiene una muñeca. Mientras que la otra niña de tez morena presenta una expresión de sufrimiento mientras que un oficial reprende a su familia. Asimismo, la clase baja esta representada en su mayoría con armas, haciendo referencia a la Revolución mexicana, que buscaba, entre otras soluciones, una regeneración en cuanto a la no reelección de los presidentes. Por lo que observo, no sólo es un mural que habla de la historia de México, sino del propio pintor. Rivera, como todo artista, se inserta en su obra, inserta su vida y su perspectiva sobre la historia de su nación. Sin duda, hay un discurso de denuncia. No considero que este cuadro exalte los valores mexicanos, la identidad mexicana o la historia de México. El mural me parece honesto, en cuanto que recupera los problemas eternos del México de ayer, hoy y del mañana: la corrupción de los gobernadores de la nación, la desigualdad social y la violencia.
Fuentes
Rebón Fernández, A. (4 de mayo del 2016) “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”. Antrophistoria [Blog]. Recuperado de https://www.antrophistoria.com/2016/05/sueno-de-una-tarde-dominical-en-la.html
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