Recomendaciones de obras literarias con perspectiva de género

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1. Teatro
  1. Una mujer libre (1938) de Malena Sandor (Argentina)
Esta obra en tres actos nos presenta la historia de Liana, una mujer recién divorciada que lidia con los estereotipos que conlleva la separación. Por parte de sus padres, ellos consideran que una divorciada debe regresar a la casa de sus padres. La historia presenta un choque de ideologías sobre lo que una mujer divorciada es y debe hacer: volver a su cuarto de soltera, como si nada hubiera sucedido o iniciar una serie de proyectos que enaltezcan su persona. Los hombres de su vida: amigos, amigos de sus amigas o amigos de su exmarido, comenzarán a pretenderla. No porque valoran su persona sino porque existe el prejuicio de que una mujer libre recién divorciada es más atractiva y, sin duda, busca tener otro hombre en su vida porque lo necesita. Además, cada quien opinara y dará consejos a Liana pretendiendo saber lo que es mejor para una divorciada. Por último, sus amigas, Zulema y Ana María, representan otros arquetipos de mujeres, Zulema es una mujer que disfruta de su libertad y su soltería y no se molesta en satisfacer la imagen de mujer que se le impone, mientras que Ana se toma muy enserio su rol e imagen de mujer. En el tercer acto, aunque presentaba temas pro-feministas, parece que la obra es una adoctrinación para las mujeres de la época sobre cómo es necesario escuchar los consejos de los hombres, los padres y no exigir libertad. No es un final agradable, pero sin duda la obra despierta discusiones relevantes sobre lo que significa ser una mujer libre.

b) Aquí no ha pasado nada  (1945) de Josefina Plá (Paraguay)
Esta comedia en tres actos es, sin lugar a dudas, una de las más relevantes en cuanto que ataca a la masculinidad falsa en términos de la paternidad. El teatro siempre ha sido un arte que educa al pueblo. Me parece que logra llegar a los hombres que pretenden ser padres sólo por ser el padre biológico. La historia inicia con Muriel, una mujer cuyo sueño desde pequeña fue casarse con un hombre rico. La obra no lo muestra como algo polémico, sino como algo normal. Me parece que ese es un acierto, haciendo que Muriel y su hijo sean el centro de la trama. Muriel es un personaje único que posee libertades dentro de un matrimonio. Ella tiene un amante, Victor, y lo utiliza para conseguir a su hijo ya que su esposo, Efraín, no le puede dar un hijo. Al final, la conversación entre Efraín y Victor, de nueva cuenta, nos recuerdan a este choque de ideologías visto también en Una mujer libre (1938) ya que Efraín representa un hombre ideal que le da libertad y respeto a los deseos de su esposa y que busca la felicidad de ella a través del hijo que crían juntos y Victor es una persona muy ignorante ajena de ese ideal. En la página 42, Efraín dice: “Yo quiero a Lelio, y lo quiero más que a usted, porque a la ilusión de esta paternidad he sacrificado todo prejuicio masculino.” Efraín es un personaje al que los hombres que fueron a ver la obra o la leen deben aspirar para poder dejar atrás la idea de paternidad que tienen los hombres como Victor.

c) ¿Cuánto me das marinero? (1990) de Carmen Duarte (Cuba)
Esta breve pieza teatral de Carmen Duarte nos muestra dos arquetipos de mujeres. Ana es joven, poeta, posee dinero y privilegios, tiene amigos y familiares. Ella lo tiene todo, sin embargo, Ana es muy necia, inocente y desea suicidarse lanzándose al mar. Celina logra rescatarla ya que Ana se estaba ahogando en un área donde Celina solía pescar. Celina es todo lo contrario a Ana. Ella es de edad avanzada, su familia la ha abandonado, no tiene dinero, pero es sabia e independiente. Ambas tienen en común sus antecedentes familiares, ambas provienen de familias adineradas. En ese bote, en el plazo de unos minutos, Celina y Ana descubren que las dos viven vidas miserables por los roles que se les han impuesto por ser mujeres, por ser poeta y pescadora independiente. Ahora deberán aprender a buscar la felicidad en lo poco de estabilidad y de pureza que les queda representado en los pargos. Los pescados nos recuerdan que no necesitamos dinero para encontrar la felicidad, la felicidad esta en una relación pura con alguien con quien nos identifiquemos y que podamos asociarnos al rechazar todos los prejuicios que construimos para los demás y que son construidos para nosotras. Esta es solo una interpretación de las múltiples que ofrece la obra cargada de simbolismos.

d) El árbol (1964)  de Elena Garro (México)
Esta obra nos ofrece una mirada a las ideologías que encontramos en los pueblos mexicanos a través de la convivencia de Luisa y Marta. Marta es una mujer quien recibe a Luisa en su departamento.  Marta recibe a Luisa juzgando sus problemas y reafirmando todo lo que de Luisa se dice en el pueblo. Luisa es una mujer indígena que ha llevado una vida dificultosa que la lleva a intentar asesinar a Marta para así regresar a la cárcel, el único lugar donde ha sido feliz. Esta obra no es optimista. Da una visión de la mujer indígena que esta expuesta a ser violada, a quedar embarazada, a ser expulsada de su hogar por sus padres al quedar embarazada, etc. No es sorprendente descubrir que Luisa ha perdido la cordura, ya que ha asesinado a una mujer que aparentemente estaba tratando de seducir a su marido. En la cárcel, Luisa descubre un mundo ajeno a los hombres, quienes han arruinado su vida y son representados por un charro demoniaco. Sin embargo, cuando Luisa dice que el demonio se presentaba como mujer y como hombre me parece que el daño hacia las mujeres indigenas puede venir de cualquier persona.

e) El eclipse (1991) de Carlos Olmo (México)
Es una crítica a los efectos negativos que pueden existir en un matriarcado. Expone una verdad que aveces no queremos ver: un matriarcado es tan dañino como un patriarcado. Los personajes están situados en Acapulco, tienen un restaurante y acaban de perder a Efraín, un esposo, un hijo y un padre en la familia conformada por Doña Dominga, Elia, Mario, Indira y Mercedes. Doña Dominga es la madre que acaba de perder a su hijo y es quien manda en la familia, al igual que Mercedes, esposa de su hijo. Elía también es hija de Doña Dominga. Indira, quien se prepara para sus quince años, es hija de Mercedes junto con Mario, un joven homosexual quien recibe una visita de Gerardo, su pretendiente. La obra gira entorno a la manera en como cada quien lidia con la muerte de Efraín. Doña Dominga le reprocha a su hija Elía su soltería, pero Elía se encuentra tan avergonzada de su embarazo que no se atreve a decirlo y Mercedes no acepta la homosexualidad de su hijo. Tanto en el matriarcado como el patriarcado encontramos homofobia y prejuicios contra la mujer. La obra logra exponerlos y rechaza la idea general que se tiene de que un matriarcado será más beneficioso para la sociedad.

2. Cuento
  1. Opus 123 (1984) de Inés Arredondo (México)
Opus 123 nos muestra dos escenarios comunes ante la presencia de un hijo homosexual: la aceptación y el orgullo o el rechazo y la vergüenza. Pepe Rojas y Feliciano Larrea son dos niños homosexuales que sufren bullying en la escuela pero el maltrato no termina ahí. O al menos para Pepe si, él no tiene padre y su homosexulidad y feminidad es asumida y aceptada. El personaje es feliz y prospera como un músico excelente aunque nunca admiten su grandeza por su orientación sexual. Feliciano llega a desarrollar sentimientos por Pepe después de tocar una misa. Feliciano prospera como músico internacional a pesar de que fue un joven enfermizo y triste por el maltrato de su padre. El padre, entre otras cosas, representa la manera en que se lidiaba con la homosexualidad en los siglos anteriores: escondiendo, negando o eliminando la homosexualidad. La obra trata el trauma infantil que siente un niño cuando se le imponen ideologías religiosas y homofóbicas. Feliciano sufre crisis religiosas y existenciales ya que busca su validez como hombre y busca el amor de Pepe pero no lo llega a conseguir. Finalmente, la madre de Feliciano se independiza de su marido y hace que su hijo triunfe, lo cual me parece una representación femenina positiva.

b) Prueba de inteligencia (1958) de Guadalupe Dueñas (México)
Me parece que al igual que en algunas obras de teatro que leímos, aquí se presenta este cierto tópico que nos pone en contraste dos tipos de mujeres. Aquí parece que se discute la inteligencia femenina y las ideas misóginas que se tienen sobre esta. El cuento nos recuerda que la inteligencia siempre puede ser medida, no con un examen, si no con el juicio. En el cuento, el hombre ya presupone que la protagonista es tonta, ya sea por como luce o porque estaban buscando mujeres “bien trajeadas” y no competentes. El cuento, con un tono de comedia, nos presenta cómo el hombre siempre cree que tiene razón y puede confirmarlo por su autoridad aunque esa no sea la realidad. El flujo de pensamiento de la protagonista y narradora nos muestra cómo es manipulada por el hombre que la examina, le “lava el cerebro” haciendole creer que es tonta y decide trabajar sin paga para casarse. Desafortunadamente, esta es una realidad para muchas mujeres, a quienes les hacen creer que son tontas y que sólo sirven para el matrimonio.

c) Él me absorbió (1998) de Clarice Lispector (Brasil)
No estoy segura del significado de esta narración. Me parece que estamos frente a un transición del género masculino al femenino. Chequito y Aurelia son la misma persona. Este es el tópico de la otredad siendo manejado para mostrar cómo una persona nacida con sexo masculino comienza a tener síntomas de disforia de género, el cual es un diagnóstico de las personas que sienten una discordancia entre su identidad de género y su sexo. Me parece un cuento elaborado de manera  excepcional. Es breve y el final sin duda es un knock-out literario, es sorpresivo.  Por último, se hace mención de una escultura del Bruno Giorgi y creo que se refiere a Os candangos (Los guerreros) que muestra dos figuras humanas una a lado de la otra pero que están unidas como si fueran una.

d) El árbol (1939) de María Luisa Bombal (Chile)
Similar a El Árbol de Elena Garro, ambas protagonistas Luisa y Brígida anhelan una libertad simbolizada con la figura de un árbol. Y al igual que en Prueba de Inteligencia, la inteligencia de Brígida es definida por su padre a temprana edad. Sin embargo, sabemos por su flujo de pensamiento que Brígida tienen una inteligencia intrapersonal y sensorial impresionante. Como en Opus 123, en este cuento encontramos la union entre las letras y la música, de manera que mientras se escucha un concierto de música clásica Brigida recuerda su matrimonio fallido con un hombre mayor que ella. Me pareció interesante el uso del silencio (continuando con el tema musical) como herramienta femenina para expresarse. El árbol aquí es un símbolo de privacidad que oculta una vida automática. Brigida se da cuenta, por su inteligencia, que los hombres piensan en términos de obtener esposa, casa e hijos como si fueran tareas. Después de esto, Brigida no quiere esa vida, y cuando cortan el árbol, su miserable vida es expuesta y abandona a su esposo.

3. Poesía

De la sección de poesía me parece apropiado hablar de una autora. No podía decidir entre Alejandra Pizarnik o Gioconda Belli, ya que con Pizarnik he quedado fascinada por su poesía. Sin embargo, tuve la oportunidad de oír “Y Dios me hizo mujer” de la voz de su autora Gioconda Belli en la Feria Internacional del Libro del 2018 en Guadalajara en la conferencia Mil Jóvenes con Gioconda Belli. Quizá yo no debí estar ahí porque ya no soy tan joven pero no podía perderme la oportunidad de conocer una autora que estoy leyendo en clase de género. Lo cual fue posible también al asistir a una conferencia de Judith Butler. Retomando, Belli me pareció una escritora sumamente inteligente que es consciente de la condición femenina. Tiene una definición de ser mujer muy clara y muy positiva. Me pareció una autora feminista y activista. Ella contó a la audiencia que cuando escribió “Y Dios me hizo mujer” era muy joven. Publicaron su poema en un periódico de Nicaragua durante la década de los setenta y relató cómo las mujeres en su familia le aseguraron que “esas cosas no se deben decir”.  El poema me parece una aceptación de todo aquello que caracteriza a las mujeres y que suele tomarse como algo negativo o como algo de poco valor comparado con los atributos masculinos, me refiero a las curvas, los nervios, las hormonas, el instinto, la maternidad, etc. La corporeidad es mística en este poema y el agradecimiento de ser mujer, aunque no lo parezca, es poco dado. Usualmente, cuando escucho que una compañera inicia su ciclo menstrual grita “¿Por qué no nací hombre?” Necesitamos más esa mentalidad de Belli. Conocernos, aceptarnos, orgullecernos como mujeres y olvidar por un momento cualquier visión masculina del cuerpo femenino.

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