El estudio de las masculinidades busca aclarar cómo surgen las masculinidades tóxicas y busca categorizarlas, me parece, para lograr comprender qué es la masculinidad y entenderla como una construcción social más que como algo que es natural y que por lo tanto debe ser justificado y comprendido, aunque realmente represente el origen de la mayoría de los males de la humanidad.
Rituales y arquetipos de la masculinidad
Robert Moore y Douglas Gillette publican en 1993 La nueva masculinidad, con base en las aportaciones del pensador Jung, los autores tratan de responder qué significa ser hombre. La respuesta se da en forma negativa, ser hombre es no ser mujer. Los hombres, además, siempre estarán en la necesidad constante de probar que son hombres. Es así que los autores postulan ciertos ritos de iniciación para poder ser aceptados en la “hermandad de los hombres”, conformada por hombres que tienen mayor conocimiento. Los ritos son: el control del cuerpo, por ejemplo, no demostrando dolor; El segundo rito consiste en tener un guía o maestro; El tercero es el renacimiento –se abre la posibilidad de cambiarse el nombre, por ejemplo, cuando un hombre pide que se le deje de denominar en diminutivos, pasando de “pedrito” o “pepe” a “Pedro” o “José”–. Si los ritos se dan de manera exitosa se crean dos psicologías: la del hombre maduro o la del adolescente. Los siguientes arquetipos son los expuestos por Moore y Gillete:
a)Rey
- Positivo: Provee y cuida de su reino.
- Negativo: Sólo ve sus necesidades.
b)Guerrero
- Positivo: Defiende el reino, ayuda al rey.
- Negativo: Conquista para su beneficio personal.
c)Mago
- Positivo: Usa el saber para ayudar a otros.
- Negativo: Usa el saber para manipular a los demás.
d)Amante
- Positivo: Disfruta la vida y la comparte.
- Negativo: Disfruta para sí mismo.
Los arquetipos negativos representan la psicología de los adolescentes y los arquetipos positivos, la psicología de una figura madura. Los arquetipos maduros generalmente son empáticos mientras que los adolescentes son más egoístas.
La necropolítica
Otro tipo de masculinidad sale a la luz con el estudio de Achille Mbembe, con su obra Necropolíticas del año 2006. Las masculinidades inician a partir del contexto. El contexto en el que nace la teoría del necroestado es el africano. El necroestado parte de las biopolíticas del M. Foucault y significa que los sujetos se encuentran en un estado vulnerable en el que no pueden controlar su muerte. De acuerdo con Sayak Valencia, en su libro Capitalismo gore (2010) al no saber o tener control sobre el futuro personal, en el contexto de los países tercermundistas, se da el capitalismo gore, dando paso al necroempoderamiento de los sujetos afectados. Para Rayen Connell, la masculinidad hegemónica contribuye a esas figuras necroempoderadas y la redirige hacia un nuevo tipo de masculinidad que busca asimilación con el empresario exitoso. Los sujetos endriagados, como extremistas islámicos o sicarios mexicanos, quieren ser como los empresarios del primer mundo. Estos sujetos prefieren controlar su muerte, saber cómo morirán y hacerlo por una causa. Asimismo, prefieren vivir de manera exitosa por un breve momento, que vivir sin dinero y con una posible muerte violenta e incierta.
Movimientos de los hombres
En Movimientos de varones de Luis Bonino Méndez se aclara que los hombres se sienten amenazados por el movimiento feminista y sus avances. Al no poseer herramientas emocionales con las cuales recomponerse de este tipo de frustración esto ocasiona que los hombres ejecuten actitudes violentas hacia las mujeres. Bonino Mendez, quien acuña el término micromachismos, propone seis movimientos de los hombres y se alistan a continuación:
a) Movimiento mitopoético: Inicia entre 1980 y 1990 en Estados Unidos y tiene como representante al poeta Robert Bly. El movimiento intenta reivindicar la autoridad masculina en espacios míticos, como lo es el hogar familiar.
b) Movimiento por los derechos de los varones: Radica sus orígenes en Estados Unidos y en algunos países del continente Europeo a finales de la década de los ochenta. Los hombres se ven como víctimas del feminismo. Intentan recuperar los derechos laborales, de paternidad y de salud.
c) Movimiento del fundamentalismo masculino: Después de los ataques terroristas en Nueva York, Estados Unidos, en septiembre del 2001, se busca reafirmar la supremacía masculina blanca, heterosexual y nacionalista, asimismo, exaltan valores tradicionales de los varones, como lo serían la violencia y la superioridad por encima de hombres de color, homosexuales, inmigrantes, judíos y varones sensibles o blandos.
d) Movimiento antisexista o profeminista: En la década de los setenta, los hombres intenta renunciar a sus privilegios, los cuales se han acumulado indudablemente a través de la historia.
e) Movimiento de la terapias de la masculinidad: En la década de los ochenta, la crisis de la masculinidad hace que se busque la reconstrucción de la identidad dañada. Intentan lograr la salvación del niño interior con el uso de la Gestalt, para así reconocer el lado femenino en los varones.
f) Grupo mediático de la retórica de los nuevos varones: Son un grupo de varones en puestos jerárquicos en el ámbito de las instituciones sociales que mostrarán una imagen a favor de las mujeres. Estos varones se muestran como sensibles varones de familia que cumplen con el rol de padres ayudando en las necesidades del hogar.
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