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Introducción
En el presente trabajo ofrecemos una síntesis acerca de las habilidades que debe poseer un coach durante el proceso de coaching. La finalidad de esta síntesis es expresar una definición de “habilidad”, “coach” y una descripción breve de lo que conlleva ser un coach y nombrar lo necesario para llegar a fungir como tal.
El coaching es una práctica que suele ser comparada o sustituida por otras disciplinas que cuentan con una estructura similar. Se le compara con las terapias que suele ofrecer un psicólogo, a las intervenciones de un consultor, a la orientación de un coach deportivo, un orador motivacional, alineador de chakras, líder o caudillo a quien se le debe de obedecer, etc. Sin embargo, dentro del auténtico proceso de coaching profesional, en sus múltiples modalidades, son las acciones, habilidades y roles del coach las que diferencian el coaching de las demás disciplinas mencionadas.
El coach es un elemento, quien junto con el coachee, integran el proceso de coaching. Aunque el papel central recae en el coachee, es en el coach donde recae la responsabilidad del desarrollo de un coaching profesional, basado en ética, responsabilidad e información veraz y actualizada, que logrará continuar estableciendo al coaching como un servicio necesario para el desarrollo integral y mejora de individuos o colectivos en múltiples ámbitos de sus trayectos personales, laborales y educativos.
En el siguiente trabajo se presenta información con respecto a las habilidades que debe adquirir un individuo durante el proceso de su formación como coach y que deberá mantener durante el ejercicio de su profesión. Esperamos que el trabajo resulte de gran utilidad para nuestros lectores, ya sea que se encuentren en un proceso de formación, o se encuentren fungiendo como coaches. Es crucial mantener a flote una definición acertada de lo que es el coaching y de la función de un coach para así evitar confusiones que desprestigien a una práctica tan útil y necesaria como lo es el coaching. Principalmente, cuando resulta un complemento fundamental en áreas empresariales, educativas, deportivas y organizacionales.
Habilidades del Coach
Es importante comenzar estableciendo la acepción de “habilidad” que manejaremos en el presente trabajo. Esto se debe a que existen múltiples maneras de entender lo que una habilidad conlleva y significa. Además, suele confundirse con palabras clave como “competencia”, “capacidad”, “aptitud”, “conocimiento”, etc. De acuerdo con Michael W. Connell, Kimberly Sheridan y Howard Gardner (2003, como se citó en Portillo-Torres, 2017), las habilidades son capacidades biopsicológicas que tienen las personas. Las habilidades son de naturaleza individual y, como contraste, las competencias son de naturaleza social. Para estos autores, existen dos tipos de habilidades humanas: modulares e integrativas, que corresponden a dos categorías de problemas: tareas modulares (se enfocan en habilidades específicas) y situaciones integradas (son por naturaleza complejas y requieren de varias capacidades).
Ahora bien, con base en esta definición podemos afirmar que un coach no sólo necesita conocimientos y competencias profesionales, las cuales son de gran importancia, sino que necesita poseer habilidades que se tornan parte de su práctica, de sus costumbres, hábitos, maestría, destreza o que son naturalizadas a partir de su experiencia. No tratamos de alejar al coaching de una metodología basada en investigación académica y acercarlo a un asunto intuitivo, sino que mencionamos que un coach no puede llevar a cabo el mismo método en cada sesión ya que no existen una serie de pasos definidos e invariables sobre como llevar a cabo las funciones de coach. Las habilidades de un coach profesional se naturalizan junto con los diferentes roles y acciones que lleva a cabo a través de años de tratar con múltiples coachees. Podríamos afirmar que coaching es una práctica cambiante que nunca deja de actualizarse. Según Lozano (2008) para que un coach lleve a cabo un acompañamiento profesional debe contar con “suficiente bagaje o experiencia y […] un considerable equilibrio personal y emocional”. Sin embargo, este tipo de habilidades de naturaleza en apariencia intuitiva pueden generar límites dentro de la práctica, por eso mismo Lozano (2008) nos reafirma que “el coach es un ser humano con aciertos y debilidades”.
Por este motivo, presentamos la siguiente definición de “coach” que nos acercará más al entendimiento de las habilidades (como capacidades biopsicológicas) de un coach. Un coach es un individuo con formación especializada y conocimientos de técnicas de ayuda que permiten crear un espacio de diálogo entre él y el coachee (entrenado), un espacio de reflexión para mejorar (Lozano, 2008). El coach es un profesional que debe contar con habilidades para inspirar confianza, de escucha activa y de retroalimentación constructiva.
Dos habilidades de gran importancia en la formación del coach son el manejo del metamodelo y de la escucha activa. El desarrollo de ambas habilidades debe ser un punto central en la formación de un coach. Especialmente el de escucha activa. De acuerdo con Pena (2018), la escucha activa conlleva un acto de comunicación que nos lleve a establecer y lograr objetivos. La escucha activa conlleva diferenciar entre lo que la persona dice y lo que quiere decir. Se deben tomar en cuenta los tonos de voz y los gestos del coachee. Es importante, por estos motivos, tener habilidades de interpretación del lenguaje corporal.
Por otra parte, la escucha activa conlleva el control de la visión, movimientos oculares, concentración visual, en el sentido de que el contacto visual es importante durante el proceso del coaching. Aunado a este recurso, encontramos que un coach debe tener habilidades de concentración. Se deben evitar distracciones en el entorno y se debe mantener la concentración en el elemento principal del coaching: la comunicación. Ya sea comunicación verbal y no verbal. Otras herramientas que son útiles durante el proceso comunicativo son el parafraseo o la reformulación de la comunicación del coachee; asimismo, se debe practicar el mimetismo gestual, en donde el coach imita las emociones o gestos que nos arroja el interlocutor; y, finalmente, debemos evitar iniciar conversaciones con las palabras “yo” y “mi”.
Por último, el metamodelo, según Simón (2016), consiste en doce patrones de la comunicación. Debe ser aplicado junto con la estrategia de escucha activa. Conlleva tres categorías: las omisiones, distorsiones y generalizaciones. Señala las maneras en que se puede guiar el intercambio comunicativo para que resulte lo más fructuoso posible. A continuación ofrecemos una tabla realizada en base a Lozano (2008), donde se observan algunas habilidades que deben poseer los coaches, a manera de reforzar el entendimiento de lo que conllevan las habilidades específicas que debe poseer un coach profesional.
Tabla 1
Habilidades de un coach
Habilidades | Definición |
Disciplina | Un coach debe ser lo suficientemente disciplinado como para crear las condiciones esenciales, aprender, desarrollar y utilizar las habilidades criticas y manejar adecuadamente una conversación de coaching. |
Entrenamiento | No basta el conocimiento intuitivo o la simple memorización de ideas y conceptos, ya que esto no garantiza que se lleven a cabo conversaciones orientadas a mejorar el desempeño. |
Escucha activa | Generar conversaciones provocadoras. Escuchar lo que el cliente dice y no dice. Cuestionarse lo que se escucha. Hacer las preguntas adecuadas. Buscar claridad. |
Revelar el cliente a sí mismo | Ayudar al cliente a descubrir sus dones, talentos, deseos, valores, necesidades y sueños, así como ayudarles a entender que es lo que les motiva e inspira. |
Sacar grandeza | El coach debe sacar a la superficie y desarrollar la grandeza del cliente, aumentando sus estándares. |
Disfrutar inmensamente del cliente | Cuando se disfruta con el cliente en su totalidad (en los momentos buenos y en los malos), se desarrolla un alto grado de confianza de forma natural. |
Ampliar los esfuerzos del cliente | Al ayudar al cliente a hacer más de lo que han hecho previamente o de lo que se creen capaces de hacer, aparece un importante valor añadido. |
Navegar vía curiosidad | El coach es curioso por naturaleza, se deja guiar por esa curiosidad. El verdadero beneficio de la curiosidad es que ambos, coach y cliente, aprendan. |
Reconocer la perfección en cada situación | Encontrar como un suceso, problema, situación o característica es perfecta, aún cuando claramente no lo es. Buscando comprender y reconocer la perfección primero, (en vez de ofrecer consejos, técnicas y soluciones de forma automática) es lo que el coach hace de forma natural. |
Poner rumbo a lo más importante | Lo que es más importante para el cliente cambiará, es la naturaleza de los individuos que se encuentran en una fase de rápido crecimiento en sus vidas. El coach es a la vez, rápido para identificar esa señal móvil y lo suficientemente flexible para ajustar el coaching para ser efectivo en este nuevo camino. |
Comunicar claramente | Debemos limpiar toda aquello que nos impida un buen estilo de comunicación, debemos empezar por eliminar ciertos prejuicios, juicios, necesidades insatisfechas, como “deberías”, “podrías”, discursitos, agendas, arrogancia y miedos. |
Contar lo que percibes | Los clientes confían en las observaciones e intuición del Coach para ayudarles a avanzar en la vida, así que cuanto más a menudo y más fácilmente un coach pueda compartir lo que ve, siente y escucha, añade valor para ese cliente. A menudo, las indicaciones más sutiles y pequeñas son las que pueden actuar como poderosas guías y catalizadores en la vida o en el negocio del cliente. |
Explorar nuevos territorios | Invita al cliente a experimentar con nuevos modelos, formas de hacer las cosas, e incluso identificar nuevas metas o resultados. |
Respetar a la humanidad del cliente | Reconociendo límites y respetando los distintos caminos al logro el cliente es individual y universalmente respetado. |
Nota. La información de la tabla fue tomada de Lozano, L. (2008). El coaching como estrategia para la formación de estrategias profesionales. Revista Escuela De Administración De Negocios, (63), 127-144. https://journal.universidadean.edu.co/index.php/Revista/article/view/447/439.
Esta tabla resulta de gran ayuda para comprender y reafirmar aquellas ideas que veníamos mencionando previamente. El coach requiere de habilidades diversas y que son complejas y difíciles de adquirir ya que provienen de años de experiencia. Sánchez y Boronat (2014) sugieren que el coach puede desempeñar siete roles en relación con el pupilo: maestro, socio, investigador, espejo, profesor, guía y notario. Esto sólo lograr reflejar el carácter multidisciplinar con el que cuenta un coach profesional. Los mismos autores también rescatan ciertas competencias que debe poseer un coach, tales como la aceptación, la acción, autenticidad, coraje (para asumir los riesgos del proceso), desapego (para mantener la objetividad), efectividad (para conseguir realmente resultados), aprendizaje, respeto y orientación al logro.
Conclusión
En el presente trabajo ofrecimos una síntesis acerca de las habilidades que debe poseer un coach durante el proceso de coaching. La finalidad de esta síntesis era expresar una definición de “habilidad”, “coach” y una descripción breve de lo que conlleva ser un coach y nombrar lo necesario para llegar a fungir como tal.
La importancia de desarrollar habilidades recae en ejercer como coach de manera profesional, ética y responsable. El coaching es una metodología que facilita desarrollar el potencial de las personas. Sin embargo, el coach debe tener una formación sobre las habilidades necesarias para llevar a cabo un proceso comunicativo de calidad. El coaching es una profesión cuya evolución y desarrollo depende de las habilidades comunicativas y sociales de los coaches.
Esperamos que el trabajo haya resultado de gran utilidad para nuestros lectores, ya sea que se encuentren en un proceso de formación, o se encuentren fungiendo como coaches. Retomando la idea de la introducción, es crucial mantener a flote una definición acertada de lo que es el coaching y de las habilidades de un coach para así evitar confusiones que desprestigien a una práctica tan útil y necesaria como lo es el coaching.
Referencias
- Quintana, J. (s. f.). Escucha activa. Academia. https://www.academia.edu/24607745/ESCUCHA_ACTIVA
- Lozano, L. (2008). El coaching como estrategia para la formación de estrategias profesionales. Revista Escuela De Administración De Negocios, (63), 127-144. https://journal.universidadean.edu.co/index.php/Revista/article/view/447/439
- Pena, F. (13 de julio del 2018). Aprende a escuchar. Mejora tu ESCUCHA ACTIVA. Las 7 señales que te ayudarán a mejorar a un nivel PRO. [Archivo de video]. Youtube. https://youtu.be/CKAgXbEd-2Y
- Portillo-Torres, M. (2017). Educación por habilidades: Perspectivas y retos para el sistema educativo. Revista Educación, 41(2). https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/educacion/article/view/21719/html
- Sánchez, B. y Boronat, J. (2014). Coaching Educativo: Modelo Para El Desarrollo De Competencias Intra e Interpersonales. Revista Educación XXI, 17(1), 221-242. https://www.redalyc.org/pdf/706/70629509010.pdf
- Simón, C. (2016). Programación NeuroLingüística. Introducción a la PNL. Mindful Science. https://www.mindfulscience.es/wp-content/uploads/2016/12/manual-introduccion-pnl-mindful-science.pdf
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