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| Foto de Towfiqu barbhuiya en Unsplash |
Todo nuestro cuerpo es un resonador de voz. No hablamos sólo con la garganta: hablamos con la espalda, con el abdomen, con la cara, con el aire que inhalamos y exhalamos. La voz no puede separarse del cuerpo, por eso es fundamental calentar y activar el cuerpo completo antes de dar clases.
El primer paso es la relajación corporal. Hombros, cuello y mandíbula suelen acumular tensión que bloquea la respiración y la resonancia. Un calentamiento corporal general, acompañado de respiraciones profundas, libera esa rigidez. Después viene la activación muscular del rostro y lengua, que mejora la dicción y claridad. Algunos ejercicios sencillos incluyen mover los labios en círculos (con la boca cerrada), limpiar los dientes con la lengua o sacar la lengua en distintas direcciones para estirarla. También puedes hacer “cara de pasita” y luego estirar el rostro, seguido de pequeños golpecitos suaves con los dedos para despertar la musculatura.
Un buen ejercicio vocal inicia con sílabas articuladas con fuerza: adala, edala, idala, odala, udala, y luego en orden inverso: udala, odala, idala, edala, adala. A continuación, se practican combinaciones más complejas como: dabala, debala, dibala, dobala, dubala, dubala, dobala, dibala, debala, dabala, y también secuencias rítmicas como: tatara, tetere, titiri, totoro, tuturu, tuturu, totoro, titiri, tetere, tatara. Finalmente, se trabaja con sonidos vibrantes: asra, esra, isra, osra, usra, usra, osra, isra, esra, asra. Estas secuencias entrenan el ritmo, el control del aire, la precisión en la articulación y la memoria muscular, preparando la voz para hablar de forma continua, fluida y sin trabarse.
La base de todo es la respiración diafragmática, la que teníamos al nacer. Para reconectarte con ella, acuéstate con las manos sobre el abdomen y observa si al respirar tus manos suben (sin que lo hagan los hombros). Este tipo de respiración aumenta tu capacidad de aire, te ayuda a sostener frases largas y a mantener la voz clara durante horas.
Una vez que respiras correctamente, puedes pasar a la resonancia. Toma aire por la nariz, mantén los labios juntos pero relaja la mandíbula como si fueras a bostezar, sin abrir completamente la boca. En esa posición, emite un sonido “mmm” vibrante. El objetivo es que sientas la vibración en el rostro, especialmente en la zona nasal y frontal. Esa sensación es señal de que la voz está bien colocada y puede proyectarse con claridad y sin esfuerzo.
Con el tiempo, también puedes entrenar la duración y dirección del aire, lo cual es fundamental para sostener frases largas sin perder claridad ni fuerza. Aquí algunos ejercicios prácticos que te ayudarán a mejorar este control:
Ejercicio 1: Soplo a la mano
Inhala profundamente utilizando la respiración diafragmática. Luego, con el brazo estirado, sopla con control hacia la palma de tu mano. El aire debe sentirse frío y constante. Repite 3 veces, observando cuánto tiempo puedes sostener el soplo sin tensar el cuello ni inflar las mejillas.
Ejercicio 2: Soplo a la vela
Coloca una vela encendida frente a ti. Inhala y sopla suavemente hasta que la llama se torne azulada, sin apagarla. El objetivo es mantener la llama temblando de forma estable. Repite 3 veces, midiendo cuánto tiempo puedes sostener el control del aire.
Ejercicio 3: Papel en la pared
Coloca una hoja de papel higiénico contra una pared lisa. Sopla para mantenerla pegada con el aire de tu boca el mayor tiempo posible. Este ejercicio desarrolla fuerza y dirección del aire.
Finalmente, evalúa tu avance leyendo pequeños textos en una sola inhalación. Estos ejercicios ayudan a medir tu capacidad pulmonar, control del aire, articulación y conciencia vocal. Realízalos en dos fases: primero sin respetar la puntuación (para trabajar la fluidez) y luego respetando las pausas (para mejorar el ritmo y la expresividad).
Ejercicio 1
“En el arte teatral no hay trampas, todo es natural y justo en una larga paciencia y un buen artista es el resultado lógico de un largo estudio basado en una larga paciencia. El querer ser artista es fácil, lo difícil es pedirle al Arte lo que no puede dar, y más difícil aún es poder darle todo lo que suele pedir.”
Ejercicio 2
“Los alumnos de arte dramático no deben caer en la equivocación de suponer que los ejercicios de una sola aspiración son inútiles y que nada tienen que ver con la actuación. La amplitud de aliento y el saber respirar a tiempo, ayudan poderosamente a los actores y cantantes a conservar su voz siempre fresca, sonora, lozana, clara, expresiva, armoniosa y convincente.”
Ejercicio 3
“La música tiene gran influencia en lo físico y en lo moral. Con la música se amansan los osos y hasta el asno baila al son de ciertos instrumentos. En el Oriente sufren los camellos largos y penosos viajes al halago de algunos sones, cesados los cuales retardan su paso y a veces no quieren andar más.”
Ejercicio 4
“En Grecia, la época de la vendimia era esperada con verdadero afán, y acabada la recolección, volvían a la ciudad los campesinos montados en los carros donde conducían la uva, adornándose la cabeza con pámpanos y hiedra, entonando canciones y moviendo gran algazara, al dirigirse de uno a otro carro las más chispeantes pullas y chanzas.”
Practicar estos textos con constancia te permitirá notar cómo mejora tu claridad, tu resistencia vocal y tu confianza al hablar. Recuerda: la voz es una herramienta viva, y como todo el cuerpo, necesita entrenamiento, atención y cuidado.

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